Encarcelada pero libre

Carta desde el corazón de la dirigente palestina Khalida Jarrar a su hija Suha, fallecida demasiado pronto.

Carta desde el corazón de la dirigente palestina Khalida Jarrar a su hija Suha, fallecida demasiado pronto

Tengo tanto dolor, hija mía, sólo porque te echo de menos.
Tengo tanto dolor, hija mía, sólo porque te echo de menos.
Desde lo más profundo de mi agonía, extendí la mano y abracé el cielo de nuestra patria a través de la ventana de mi celda en la prisión de Damon, en Haifa.
No te preocupes, hija mía.
Me mantengo erguida y firme, a pesar de los grilletes y del carcelero.
Soy una madre apenada por anhelar verte por última vez.
Esto solo ocurre en Palestina.
Todo lo que quería era darle a mi hija un último adiós,con un beso en la frente, y decirle que la quiero tanto como a Palestina.
Hija mía, perdóname por no haber asistido a la celebración de tu vida, por no haber estado a tu lado en este momento desgarrador y final.
Mi corazón ha alcanzado las alturas del cielo anhelando verte, acariciar y plantar un beso en tu frente a través de la pequeña ventana de mi celda.
Suha, preciosa mía.
Me han privado de darte un último beso de despedida.
Te despido con una flor.
Tu ausencia es dolorosa, insoportablemente dolorosa. Pero me mantengo firme y fuerte, como las montañas de la amada Palestina.

Khalida Jarrar, a su hija Suha desde la cárcel israelí.

Fuente: María Landi en Facebook